Hace 10 años, soñaba con diseñar robots. Sin embargo, me di cuenta de que el desarrollo de la tecnología era esencial para mejorar la situación económica de mi país. Por ello, decidí estudiar Ingeniería de Sistemas. Como primer paso para poseer una visión global, elegí Japón, y concretamente la Universidad de Hiroshima.

Mi investigación trata sobre la tecnología de captación de los movimientos oculares (Eye Tracking) y el uso de mapas de calor (heat maps). Comencé mi investigación como parte de mi proyecto de graduación en Palestina. Se trata de una tecnología que permite a las personas que han perdido la movilidad en las manos debido a la guerra o a accidentes, utilizar la computadora con los ojos. Por ejemplo, esta tecnología permite hacer clic en los iconos de la computadora con un parpadeo. Además esta tecnología también puede ser aplicada a la seguridad en el hogar, al control de conducción, al control de computadoras, al entrenamiento simulado, al marketing por Internet, etc. Yo estoy investigando esta tecnología de eye tracking a través de cámaras web de bajo coste que libera a los usuarios de la obligación de usar softwares complejos.

El 70% de mis clases son en inglés, mientras que el restante 30% son en japonés. Tomar clases en japonés es difícil en ocasiones, pero después de clase, hago el esfuerzo de traducir los materiales, para poder profundizar los conocimientos relacionados con el campo de mi investigación. Las clases de lengua japonesa que tomé me están ayudando a fortalecer mi comprensión del japonés. La mayoría de mis clases son en inglés, pero incluso en aquellas que no lo son, los profesores se esfuerzan por ayudarnos para que podamos seguir la lección.

Creo que he sido bendecido con un ambiente muy bueno. Al estar rodeado de muchos compañeros que tiene claras sus metas, mi motivación y mi creatividad aumentan. Siempre encuentro a alguien dispuesto a ayudarme cuando tengo dificultades. Esta es la razón por la que me encanta la cultura del senpai-kohai (relación entre estudiantes de cursos superiores con los de cursos inferiores) aquí en Japón. En mi sala hay dos senpais (estudiantes de cursos superiores) y ocho kohais (estudiantes de cursos inferiores) que me ayudan mucho.

No estoy completamente seguro pero, por ahora, tengo tres posibilidades. La primera depende de la situación de mi país. Si mi país continúa en paz, me gustaría hacer un doctorado aquí en Japón. Sin embargo, si la situación en Palestina empeora, la segunda opción es volver a casa para estar con mi familia. Después de acabar el doctorado, me gustaría trabajar como profesor a nivel universitario. Pienso que los conocimientos adquiridos pueden servir para la reconstrucción de mi país. Mi meta final sería trabajar en Tobii Technology, un instituto de tecnología avanzada en Suecia que coincide perfectamente con mi especialización.